Rick Gates, ex asesor de la campaña presidencial de Donald Trump, se declaró culpable de cargos por conspiración y mentir al FBI.
Los cargos por los que está acusado no están relacionados con la campaña de Trump, pero la medida indica que está dispuesto a cooperar con la investigación de la Fiscalía que indaga la injerencia Rusa en las elecciones de 2016.
El asesor Rick Gates es un consejero político desde hace mucho tiempo y una vez se desempeñó como vicepresidente de campaña de Trump.
El acuerdo podría ser un avance significativo en la investigación, una señal de que Gates planea ofrecer información incriminatoria contra su antiguo asociado y el ex presidente de la campaña, Paul Manafort, u otros miembros de la campaña Trump a cambio de un castigo más leve.
Este se produce luego de que el abogado especial, Robert Mueller, ha estado presionando a Gates y a Manafort con docenas de nuevos cargos de lavado de dinero y fraude bancario que fueron revelados el jueves.
Mueller acusó primero a ambos hombres en octubre, y ambos se declararon inocentes.
La principal preocupación de Gates ha sido proteger a su familia, tanto emocional como financieramente, ante la perspectiva de un prolongado juicio, de acuerdo con una persona familiarizada con su estrategia de defensa que no estaba autorizada para hablar públicamente sobre el caso y habló bajo la condición de anonimato.
Si Manafort continúa combatiendo los cargos en un juicio, el testimonio de Gates podría darle al equipo de Mueller una versión en primera persona de la conducta delictiva que se afirma en las acusaciones, un golpe potencial a la estrategia de defensa del ex jefe de campaña.
No está claro lo que Gates podría ofrecer al equipo del abogado especial, ya sea sobre Manafort o sobre otros miembros de la campaña de Trump.
Gates estuvo presente durante los períodos de actividad más significativos de la campaña presidencial, ya que Trump comenzó a desarrollar puestos políticos y su operación digital se involucró con millones de votantes en plataformas como Facebook.
Incluso después de que Trump despidiera a Manafort en agosto de 2016, Gates siguió desempeñando un papel diferente, como enlace entre la campaña y el Comité Nacional Republicano. Viajó a bordo del avión de Trump hasta el día de las elecciones.