Varias mujeres acusaron en las últimas semanas al senador demócrata por Minnesota de comportamientos sexuales inapropiados, hecho que provocó que figuras de su propio partido pidieran su retiro.
El senador demócrata Al Franken cedió a las crecientes presiones de sus colegas de la Cámara Alta y de su partido y anunció este jueves en el pleno del Senado en Washington DC que se retirará de su cargo en las próximas semanas, abrumado por una seguidilla de acusaciones de acoso sexual hechas en su contra.
«Sé en mi corazón que nada de lo que he hecho como senador, nada, ha deshonrado a esta institución. Sin embargo, hoy estoy anunciando que en las próximas semanas, voy a renunciar al Senado de EEUU», dijo Franken en su alocución que ofreció desde el podio del pleno en el Capitolio.
En su discurso, Franken apuntó contra el presidente Donald Trump, quien durante la campaña presidencial 2016 recibió al menos 13 acusaciones de comportamiento sexual inapropiado, y contra el candidato republicano a senador por Alabama, Roy Moore, señalado por tener relaciones amorosas con menores de edad cuando él estaba en su treintena.
“ Yo más que nadie estoy consciente de que hay alguna ironía en el hecho de que estoy yéndome mientras un hombre que se ha ufanado en grabaciones de su historia de acosos sexuales está en la Oficina Oval y alguien acusado de perseguir jóvenes mujeres hace campaña por el Senado con el total apoyo de su partido”, afirmó Franken, refiriéndose a ambos hombres sin nombraslos expresamente.
«Estoy renunciando a mi escaño, pero no a mi voz», añadió Franken.
El senador dijo que cuando escuchó las acusaciones en su contra quedó impactado e insitió en que no son ciertas algunos de los señalamientos. «En las últimas semanas algunas mujeres declararon que mis acciones las afectaron. Yo quedé en shock (…) Muchas de las acusaciones no son verdad», aseguró el senador que, según reportes, tomó la decisión de retirarse tras discutir el tema con su familia.
Cascada de acusaciones
En las últimas semanas varias mujeres acusaron a Franken de haberlas manoseado o intentado besarlas a la fuerza sin su consentimiento. Tras esas acusaciones iniciales, el senador se disculpó, aunque dijo que permanecería en el cargo y que trabajaría para recuperar la confianza de los ciudadanos de Minnesota.
En principio, públicamente disculpas y dijo sentirse avergonzado por sus actos. » He decepcionado a mucha gente, y espero poder compensarlos y recuperar gradualmente su confianza», dijo hace días al Minneapolis Star Tribune.
Pero nada de eso fue suficiente para buena parte de sus colegas demócratas en el Congreso, luego de que la publicación especializada Politico informara sobre un nuevo caso de abuso de una asistente que asegura que el demócrata intentó besarla por la fuerza en 2006, antes de ser elegido para el Senado.
Esa acusación provocó que este miércoles la mayoría de las legisladoras del partido lo presionaron públicamente para que renunciara. Luego le siguieron senadores hombres, incluido el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer (por Nueva York), que con un comunicado indicó: «Considero al senador un querido amigo y tengo gran respeto por sus logros, pero él tiene una obligación mayor con sus electores y el Senado y debería renunciar de inmediato».
Con el escaño de Franken vacío, el gobernador demócrata de Minnesota, Mark Dayton, debería nombrar a alguien para que ocupe el lugar, por lo que el partido no correría el riesgo de perder la banca, al menos por el momento. De todos modos, los republicanos son mayoría (52-48 ) en la Cámara Alta.
Se espera que Dayton nombre para el puesto a la vicegobernadora demócrata deñ estado, Tina Smith. Quien ocupe el cargo, lo haría interinamente hasta una elección especial el próximo año.
Precedente moral
Este masivo llamado a la renuncia de Franken por parte de los demócratas podría ser un intento de sentar un precedente moral en medio de una explosión de acusaciones de comportamiento sexual inapropiado en el mundo de la política, pero también del periodismo y el entretenimiento.
Ya en esta misma semana, el congresista con mayor antiguedad en el legislativo, el demócrata por Michigan John Conyers Jr. renunció tras enfrentar durante las últimas semanas múltiples acusaciones de acoso sexual de mujeres que trabajaron para él.
Ahora, posiblemente los ojos se posarán en el Partido Republicano y en Moore, el candidato para ocupar el escaño del Senado por Alabama que Jeff Sessions dejó vacío este año. Moore enfrenta señalamientos de varias mujeres que lo acusan de comportamientos sexuales inapropiados cuando ellas eran adolescentes y el entonces fiscal del estado tenía más de 30 años.
Varios republicanos, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, habían señalado que Moore debería retirarse. Incluso, algunos de los que eventualmente serían colegas del republicano dijeron que, de ser elegido, empezarían procedimientos para expulsarlo del Senado.
Pero esa indignación parace haber remitido en las últimas semanas, en la medida que Moore se ha mentenido desafiante en medio de la tormenta negando que ninguna de las acusaciones sea cierta y quee son una componenda de «factores liberales» y de la comunidad LGBT.
En este contexto y luego de evadir el tema durante semanas, el presidente Donald Trump apoyó la candidatura de Moore al pedir que voten por él desde su cuenta de Twitter.