Militares estadunidenses reforzaron las entradas a su país mientras que 357 migrantes acampaban en la playa de Tijuana
Soldados de la base naval de Camp Pendleton en Oceanside, en el condado de San Diego, levantaron ayer un muro de alambrada de púas, de al menos cinco metros de alto, en tres carriles de la garita vehicular más transitada en la frontera con México, en San Ysidro, California, en previsión de potenciales intentos de entrada de grupos de migrantes.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó que también cerrará el paso con alambre de púas en uno de los carriles de la garita de Otay, 10 kilómetros al este de San Ysidro.
“CBP continuará preparándose para la posible llegada de miles de personas que migran en una caravana hacia la frontera de Estados Unidos”, dijo en declaraciones escritas Pete Flores, director de operaciones de campo para los puentes fronterizos entre California y México.
Mientras los militares instalaban el alambrado en San Ysidro y Otay, un contingente de 357 migrantes de la caravana llegó a Tijuana.
La presencia militar en esta frontera continuará un mes más, hasta el 15 de diciembre.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, el agregado del Departamento de Seguridad Nacional de la Embajada de Estados Unidos en México, Edgar Ramírez, indicó que estas acciones son para evitar el acceso masivo de centroamericanos.
Y aclaró que si desean pedir asilo tendrán que hacerlo a través de una entrada oficial, de lo contrario podrían ser procesados de forma administrativa o penal, cuya consecuencia es de seis meses de prisión.
“(En California) ya existían unas dos mil personas que esperan acceso para poder ser procesados; estas personas han esperado poco más de un mes, entonces el añadir cuatro o cinco mil personas, el tiempo de espera se va a ir a meses”, sentenció Ramírez.
Fortalece vigilancia
Desde la semana pasada, la vigilancia a lo largo de la frontera de Chihuahua con Texas y Nuevo México se ha fortalecido.
Paralelamente, la Patrulla Fronteriza ha realizado tres simulacros de contención en los puentes internacionales Santa Fe y Zaragoza, con apoyo de helicópteros, perros adiestrados y equipos especiales antimotines, fuertemente armados con fusiles de asalto y armas cortas.
De acuerdo a datos obtenidos el primer reforzamiento fue el del puente internacional Reynosa-Hidalgo y ocurrió la mañana del 3 de noviembre cuando un millar de oficiales habían llegado al Valle de Texas.
Posteriormente lo hicieron con el puente uno y dos de la ciudad de Nuevo Laredo al arribar con camiones de guerra, pero al igual que Matamoros sólo se colocaron en las orillas del Río Bravo y bajo del puente como haciendo sólo presencia.
Fuente: Excelsior