El agua en Yucatán se encuentra podrida porque contiene partículas cancerígenas y es necesario que el gobernador Mauricio Vila atienda ya este problema, ya que genera cáncer entre la población yucateca, advirtió el ingeniero y representante de la asociación civil Ciudadanos Hartos, Humberto Reyes Montiel.
Lo más grave es que las autoridades están informadas de esta situación. Gracias a una investigación de la Universidad Autónoma de Yucatán realizada hace diez años, el Gobierno sabe que hay una relación directa entre diferentes tipos de cánceres por consumo de agua contaminada que contiene partículas cancerígenas, como el de mama y el cervicouterino.
Las comunidades rurales toman agua de los pozos. Por lo que toda esa gente tiene cáncer: toda. Sin excepción. Lo puede desarrollar o no, se puede presentar a altas edades o tempranas, todo depende de su organismo y del grado de contaminación.
Por ello, ahora es común escuchar en las comunidades que gente de 40 años fallezca de cáncer en el hígado o en colon. Y hay que ser claro: estos no son casos ajenos al gobierno del Estado, son crímenes ecológicos.
El ingeniero Reyes Montiel precisó que esto se origina por fumigación con fertilizantes en el campo, ya que todo lo que fumigan se escurre y llega al suelo y pasa al manto freático. El consumo de los productos fertilizados y el agua contaminada con estos pesticidas ocasiona que todos los yucatecos tengan cáncer.
Otro problema es el uso de pesticidas prohibidos. De los 32 pesticidas que existen en el mundo, 28 están prohibidos, y los 28 se utilizan en la Península de Yucatán.
De tal manera, que los fumigadores, sus ropas, gorras, chamarras, manos, todo el ropaje que usan, así como los bidones, están llenos de partículas cancerígenas. Es decir, las casas de estos fumigadores están contaminados superficialmente por estas peligrosas partículas, poniendo en riesgo a toda su familia.
Las investigaciones ahí están; conocen los resultados, pero no los publican para no afectar al turismo. Es decir, por el turismo, el actual gobierno de Mauricio Vila Dosal no mueve nada. Por lo que en esta situación criminal es cómplice porque lo sabe. Así como también lo supieron Rolando Zapata e Ivonne Ortega.
Los científicos del Cinvestav, la Uady y la Unidad Académica Sisal (UAS) de la UNAM tienen información desde hace 12 o 15 años. Hay notas que datan del 2012 escritas por académicos.
Finalmente, el ingeniero agregó que otros grandes contaminantes del agua yucateca provienen del crecimiento indiscriminado de los nuevos desarrollos inmobiliarios, los basureros y las granjas porcícolas. Así como de la apatía y el desinterés de los gobiernos municipales y el estatal.