Las ocho jóvenes colombianas que habían sido declaradas como desaparecidas emergieron del misterio en un hotel de paso en el municipio de Centro, tejido en la red del destino en el estado de Tabasco. Su desaparición revela una complejidad que va más allá de la simple desaparición.
El drama se desentraña en un comunicado de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Tabasco, una coordinación de esfuerzos que involucró al Gobierno del Estado, la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase). Este esfuerzo conjunto culminó en la localización de las jóvenes en un hotel de paso en el municipio de Centro.
El viernes 12, una comunicación del Consulado de Colombia en Cancún encendió las alarmas. Una «presunta retención» de ocho mujeres colombianas se perfilaba como un oscuro nubarrón. De inmediato, la FGE de Tabasco inició una investigación para desentrañar la verdad detrás de esta aparente desaparición.
A través de un trabajo de inteligencia, las jóvenes fueron localizadas en un poblado del municipio de Cárdenas, donde las fuerzas del orden se dirigieron con diligencia. La pieza clave del rompecabezas sugirió que las jóvenes podrían estar siendo transportadas hacia la capital del estado. Siguiendo esta pista, se desveló su paradero en un hotel de paso en la ranchería Anacleto Canabal cuarta sección, a lo largo de la carretera Villahermosa-Cárdenas.
Las jóvenes fueron encontradas sanas y salvas. Sin embargo, la historia no concluyó aquí. La Fiscalía Especializada para el Combate de Trata de Personas intervino para asegurar su bienestar, ordenando una valoración psicológica y médica para confirmar su estado de salud y garantizar su integridad física.
Durante su estancia en la FGE, las jóvenes recibieron asesoría jurídica y asistencia psicológica. Sin embargo, las declaraciones iniciales y los datos recabados no permiten determinar que hayan sido privadas de su libertad o retenidas en contra de su voluntad. Asegurando poseer documentos que respaldan su presencia en el país, las autoridades migratorias fueron notificadas.
La Fiscalía ordenó medidas de protección y resguardo para las jóvenes mientras se llevan a cabo las diligencias pertinentes. Todo este entramado de eventos fue comunicado al Consulado de Colombia y a Interpol, dos guardianes internacionales que velarán por el curso justo de este episodio que, aunque esclarecido en su esencia, aún guarda matices de interrogantes por resolver.