La agencia Fitch ratificó este miércoles la calificación crediticia de México en “BBB-” con perspectiva “estable”, aunque advirtió de “un débil crecimiento” al prever un aumento de 5.9% del PIB este 2021, menor al pronóstico del Gobierno.
“La calificación está constreñida por débil gobernanza, débil crecimiento a largo plazo, la continua intervención política que afecta los prospectos de inversión, y las implicaciones en las finanzas del Gobierno por su estrategia para aliviar la carga fiscal de Pemex (Petróleos Mexicanos)”, indicó Fitch.
Al inicio de la pandemia y la crisis internacional de los precios del petróleo, en marzo y abril de 2020, las tres grandes calificadoras internacionales, Standard & Poor’s (S&P), Fitch y Moody’s, bajaron la calificación crediticia de México.
Pero este año las han mantenido en el mismo nivel: Moody’s en Baa1, Fitch en BBB- y S&P en BBB, hasta ahora.