Médicos de Cuba llegarán a los 15 estados que se han sumado al nuevo plan de salud a cargo de IMSS-Bienestar. Después de Nayarit, donde ya están 60 de ellos, irán a Colima y Tlaxcala, informó el secretario de Salud, Jorge Alcocer.
Además, dijo el funcionario, se mantiene la posibilidad de contratar especialistas de otros países. Señaló que el objetivo es contar con la cantidad necesaria de profesionales de la salud para cumplir con las recomendaciones internacionales.
También se realizan estimaciones sobre el tiempo que se requiere para la formación de recursos humanos en México, con base en el aumento de las plazas de residencias médicas que este año llegaron a 20 mil. La cifra duplica los espacios disponibles al inicio de la actual administración.
Otro indicador en la cobertura de servicios de alta especialidad en el país es la experiencia que se vaya adquiriendo con el plan de transformación del sistema sanitario, detalló Alcocer.
En un principio, el gobierno federal planteó que serán 500 médicos de la isla los que serían contratados para aumentar la capacidad de atención en las unidades médicas.
Cobertura de 66 por ciento
Por lo pronto, en Nayarit, que tiene cobertura de 66 por ciento de sus necesidades de especialistas, los 60 médicos cubanos recién llegados se distribuirán en los 11 hospitales con que opera el plan a cargo de IMSS-Bienestar.
En la entidad también hay tres Unidades Médicas de Especialidades (Unemes) y 245 clínicas de primer nivel, que recibieron una inversión de 54 millones de pesos, de acuerdo con información oficial.
Una parte de esos recursos fueron destinados a la rehabilitación de 11 quirófanos de hospitales a cargo de los servicios estatales de salud, que estuvieron sin funcionar entre uno y 14 años.
El pasado sábado, el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, dio los detalles de los hospitales y el tiempo que carecieron de quirófanos: en Rosamorada ocho meses; Tecuala, 1.3 años; Ixtlán del Río, tres años; San Francisco, dos años, y Jesús María, cuatro años.
Tampoco funcionaban los espacios quirúrgicos de los nosocomios de Acaponeta, durante seis años; Las Varas, ocho años; Tondoroque, 12 años, y Puente de Camotlán, 14 años.
Estas unidades hospitalarias tenían la responsabilidad de atender a los afiliados del extinto Seguro Popular. Ahora, con el Plan de Salud para el Bienestar, la Federación asume la totalidad de los gastos para la prestación de servicios, lo que incluye el pago de la nómina de los trabajadores.
Juan Antonio Ferrer, director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), dijo en entrevista que se termina con la “simulación” que había sobre la aportación solidaria estatal, que no se realiza aunque está prevista en La Ley General de Salud.
Con el nuevo esquema puesto en marcha este año, se termina con la responsabilidad compartida entre la Federación y las entidades, señaló el funcionario. Sobre el pago de los salarios, comentó que está en proceso un esquema similar al que opera en el sector educativo con el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa (Fone).
Con información de La Jornada