Los representantes de candidatos no conocían las reglas ni la convocatoria, por lo tanto, no reportaron incidente alguno, ¿A quién le convino mantenerlos en la ignorancia?
Las mesas receptoras del voto estuvieron conformadas (por lo menos las visitadas) por funcionarios municipales y no por vecinos, además no hubo una difusión adecuada de la convocatoria, no se pegaron carteles en centros de reunión de las comisarías y se permitieron los “convivios” mientras se ejercía el voto.
En sesión extraordinaria de cabildo, los regidores aprobaron el resultado de los comicios de comisarios y delegados.
Cómo les informamos el día de la elección, esta transcurrió tranquila y sin incidentes por escrito que ameriten o provoquen su nulidad.
Sin embargo, ello no significa que todo haya sido transparente y ordenado.
Desde su origen la convocatoria no delimitó los topes de campaña, no reguló el modo de hacer campaña ni tuvo una comisión de vigilancia.
Las mesas receptoras del voto estuvieron conformadas (por lo menos las visitadas) por funcionarios municipales y no por vecinos, además no hubo una difusión adecuada de la convocatoria, no se pegaron carteles en centros de reunión de las comisarías y se permitieron los “convivios” mientras se ejercía el voto.
Aquellos que tuvieron los recursos, las influencias o el “padrino” adecuado fueron favorecidos con el voto “legal” del pueblo.
Pero no hay que dejar de ver que los funcionarios receptores del voto no estaban capacitados para su labor, los representantes de candidatos no conocían las reglas ni la convocatoria, por lo tanto, no reportaron incidente alguno, ¿A quién le convino mantenerlos en la ignorancia?
Ciertamente la jornada fue tranquila, pero influenciada por factores económicos e intereses políticos.
Quienes hoy permitieron esas omisiones y/o errores deberán reconocerlos en algún momento y corregirlos, pues de no hacerlo y estando inmersos en el sistema político que están forjando y se les devolverá el favor cuando al regresar a pedir el voto, para sí mismos o para su grupo, y sean tratados del mismo modo que fueron tratados los ahora candidatos perdedores.
En la política se gana o se pierde, pero nunca, ¡Nunca se juega sucio! quien lo hace no es un político sino un vil parásito del sistema.
¿Con qué argumentos pedirán el respeto a sus derechos? ¿Quién les tratará con equidad y transparencia?
Las constancias serán entregadas en las próximas horas a los candidatos ganadores de un proceso tranquilo y participativo, pero sin reglas claras desde su origen, quien no quiera ver ese pequeño detalle ahora, lo verá cuando regrese a ser lo que era antes, cuando vuelva a ser un simple ciudadano.
Fuente: Tu Espacio del Sureste