Víctimas de abuso sexual por parte de integrantes de los Legionarios de Cristo advirtieron que esa congregación simula una investigación y responsabilidad en los casos denunciados.
El pasado miércoles, la agrupación religiosa, encabezada por John Lane Connor, publicó los documentos «Conversión y reparación» y «Proteger y sanar» como parte de su compromiso para hacer frente a las acusaciones de abuso de menores.
No obstante, las víctimas López Antúnez, Ana Lucía Salazar Garza y Erick Emmanuel Escobar anotaron en una carta que Connor, quien fuera director territorial de los Legionarios de Cristo en Estados Unidos, fue parte de la red de encubrimiento de los casos denunciados por abuso.
«Rechazamos tajantemente el nombramiento de Connor como director general mientras dichos casos no sean esclarecidos en su totalidad. No puede haber acercamiento alguno en tanto el cargo más alto de la congregación siga siendo ocupado por una persona acusada de encubrimiento en casos de abuso sexual infantil», señalaron.
Respecto a la voluntad de los Legionarios de Cristo para afrontar «con determinación» su historia y ayudar a sanar a las víctimas, criticaron que esa congregación siempre «juega a empezar de cero».
«Finge no conocer los casos para confundir a la justicia y a la sociedad. Una vez más lanzan comunicados estresantes y revictimizantes que obligan a las víctimas a exponerse públicamente ante los medios de comunicación y volver a explicar por qué nos utilizan para limpiar su imagen, para engañar a la sociedad haciendo creer a la opinión pública que están haciendo lo justo y verdadero a favor de la infancia y de las víctimas violentadas sexualmente por la institución», expusieron.
«Presentan nuevamente un escrito largo y confuso en donde no plantean realidades, plazos ni acciones concretas, sólo promesas políticas que no son nuevas y que jamás han cumplido».
Para los firmantes los Legionarios de Cristo no pueden ser juez y parte en los procesos de impartición de justicia.
«La expulsión de delincuentes de su congregación no es suficiente y no atiende al interés superior de los menores. Los cómplices y encubridores de estos delitos también deben de pagar por sus acciones y omisiones, realizadas a favor de la institución y no a favor de la verdad y la justicia de niños y niñas que estuvimos bajo su cuidado», anotaron.
Añadieron que en esa agrupación existe un sistema de protección y reubicación de pederastas a lo largo de su historial delictivo.
«La mayor parte de los abusadores ocupaban puestos de formadores de menores de edad cuando los abusos ocurrieron. Su deber es presentar a los pederastas a la justicia junto con sus cómplices y encubridores, con independencia de la prescripción del delito. Si los abusadores pudieron delinquir a lo largo de 50 años (como en el caso de Fernando Martínez) es porque existe un modus operandi que se lo permitió».
En vez del apoyo ofrecido por los Legionarios de Cristo, las víctimas demandaron justicia.
«Ningún miembro de los legionarios de Cristo involucrado en delitos de violencia sexual infantil, cómplice o encubridor está pagando hoy por sus delitos ante la ley y sí están resguardados bajo el cobijo institucional con sus nombres anónimos y sus vidas resueltas. Para los violadores todo, para las víctimas nada», manifestaron.