Durante la emergencia sanitaria, el panorama de los restaurantes en la Ciudad de México se divide en dos: los que cerraron y los que aún envían comida a domicilio.
Haciendo uso de la tecnología, a través de aplicaciones de comida o mensajería de WhatsApp, taquerías, restaurantes y cafeterías de la Colonia Narvarte envían sus productos a domicilio. Esto tras las medidas del Gobierno local por la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, algunos locatarios decidieron cerrar sus puertas, incluso antes de que el número de contagios en la Capital se contara en cientos.
«La salud del personal y de la comunidad es para nosotros lo más importante, por eso decidimos tomar acciones y suspender actividades temporalmente. En esta batalla nos toca luchar entre casa», explica un letrero del restaurante Tusta.
Este establecimiento, frecuentado por oficinistas, vecinos y trabajadores en general, decidió cerrar cuando comenzó la fase 2 de la epidemia.
«Creemos que aún a domicilio es arriesgado, no por contagio, ya los oficinistas se habían ido a cuarentena. Mi mercado era a domicilio, consideramos que era mejor cerrar a tiempo para que el lapso de contagio, nosotros pensamos que sí actuábamos si cada quien se iba a su casa a guardar.
«Pero definitivamente va a haber una pérdida económica muy grande y calculamos que la recuperación nos va a llevar un año, si retomamos el ritmo que llevábamos antes», aseguró Vanessa Díaz, dueña del restaurante.
Díaz afirmó que tiene miedo por el desgaste económico que enfrentarán y por el riesgo constante que corren con el negocio cerrado. Es por esto, que piden un plan económico para las Pymes.
«Sí esperamos la verdad un estímulo fiscal, por lo menos, dentro de todas las pérdidas si ayudarían mucho tener estímulos fiscales, si tú le preguntas a todos necesitamos un plan más a largo plazo», dijo la microempresaria.
En la Taquería Narvarte siguen ofreciendo tactos a domicilio, desde su WhatsApp, su línea telefónica y las aplicaciones tecnológicas, para reducir la pérdida.
«Pero, de todas formas, hemos tenido pérdidas porque la gente pide cada vez menos a domicilio y si le preguntas a la gente de Uber o Rappi, han tenido menos trabajo, al menos por esta zona», explicó Natalia, dueña del establecimiento.
Natalia coincide con Vanessa, en la importancia de que el Gobierno ofrezca algunos apoyos a las pequeñas y medianas empresas, una inquietud que comparten otros microempresarios.
«Nos ayudamos mucho de las aplicaciones móviles y el WhatsApp, pero el panorama es muy triste, sobre todo porque nos pueden obligar a cerrar en la fase 3», aseguró Romina Torres, gerente de Bazar Café.
En los negocios, los dueños y trabajadores agradecen que las nuevas tecnologías les permitan aminorar la crisis que ya empiezan a enfrentar.