La crisis económica y sanitaria mundial provocada por la pandemia de Covid-19 tendrá unas consecuencias devastadoras en México, que sufrirá una caída del Producto Interior Bruto (PIB) de alrededor de un 10.3 por ciento en el año 2020, según un informe elaborado por el Banco de España. La entidad española augura además un decrecimiento del PIB en América Latina del 8.1 por ciento,, si bien también prevé una recuperación más rápida en los países con más apertura comercial, como son los casos de México, Chile, Colombia y Brasil. En cualquier caso la crisis provocada por la pandemia será más grave que la registrada en los años ochenta o la del bienio del 2008-2009.
El banco central español emitió un informe en el que se interesa por la situación económica y financiera experimentada en América Latina en esta año de pandemia, en donde el mundo ha sufrido una crisis global que, sin embargo, ha tenido una evolución diferente en las regiones del planeta. Por ejemplo, de los llamados países o bloques “emergentes”, América Latina es la que peores cifras ha registrado, en gran parte por la alta concentración urbana, por la evolución de la propia pandemia y por las todavía insuficientes ayudas de los bancos internacionales para reactivar la economía o al menos mantener a flote el tejido empresarial y bursátil.
En el caso concreto de México, la caída del PIB será del 10.3 por ciento, situándose así entre los peores países de la región, si acaso superado por Perú (12.6 por ciento) y Argentina (11.8 por ciento). Entre los países con un decrecimiento más leve se encuentra Brasil, con del 5.7 por ciento y Chile, con el 6 por ciento. Entre los motivos de que la pandemia afectó más a la economía mexicana se encuentra la alta dependencia al sector turístico y la evolución de los precios de los productos manufacturados, como el petróleo.
El informe del Banco de España señala: “En el caso de México, la economía se contraería algo más del 10.3% en 2020, para remontar un 3.6% en 2021. La pérdida de PIB acumulada en 2020-2021 por causa de la crisis y la lenta recuperación posterior sería del 1.8 % y el 7.1 %, respectivamente, en Brasil y México. En el año corriente, la mayor caída de la economía mexicana se encuentra vinculada a las medidas de cuarentena más restrictivas impuestas en este país en la primera mitad del año, frente a la aproximación más laxa de Brasil. Además, en este año y en el próximo la recuperación algo más vigorosa de este último país se explica, en parte, por sus mejores perspectivas de demanda externa, dados sus mayores vínculos comerciales con China, país que se espera que se recupere con más vigor que el resto de las principales economías, frente a México, más conectado con Estados Unidos. A medio plazo, en este escenario Brasil recuperaría a finales de 2022 el nivel del PIB anterior a la pandemia, mientras que en esa fecha México todavía se encontraría por debajo del nivel del cuarto trimestre de 2019”.
El informe también señala que “las remesas —de gran relevancia
en particular, para México— han resistido mejor de lo anticipado al principio de la pandemia, dada la caída en el empleo en Estados Unidos, principal emisor de aquellas, y en agosto alcanzaron un máximo histórico del flujo acumulado en doce meses (. Esta evolución ilustra la función contracíclica de las remesas en los países receptores”.
Entre las causas de las consecuencias especialmente graves en América Latina de la pandemia, el Banco de España señala “vulnerabilidades estructurales”, como “la menor calidad institucional, la elevada informalidad laboral y la alta tasa de urbanización”.