Si un familiar cercano padece diabetes has de saber que esta enfermedad afecta a la vista. De hecho, en las personas diabéticas el riesgo de ceguera es diez veces mayor, por lo que la prevención y las revisiones periódicas son vitales.
El aumento de azúcar en sangre altera los vasos sanguíneos. Dado que en el ojo estos vasos son más finos, esta enfermedad afecta a la vista con enfermedades oculares graves.
Las enfermedades más comunes asociadas a la diabetes
Retinopatía diabética
La retinopatía diabética es la principal causa de pérdida de visión en las personas con diabetes. Al inicio puede que no se presenten síntomas visibles, de ahí la importancia de la prevención y las revisiones periódicas al sufrir diabetes. Esta enfermedad se origina en la retina, más concretamente en los vasos sanguíneos. Cuando avanza la enfermedad, los síntomas se manifiestan como visión borrosa, manchas o moscas volantes en el campo visual, zonas donde se pierde la visión y dificultad para ver de noche.
Edema macular
En el caso del edema macular la inflamación de los vasos sanguíneos tiene lugar en la mácula, que es la parte central de la retina. Recuerda que en la retinopatía diabética hablábamos de la retina en su conjunto. Para controlar esta enfermedad también es importante la prevención y la detección precoz para pautar un tratamiento. Esta parte del ojo es la responsable de la visión central, aguda y fina de los detalles. Por ejemplo, la que permite la lectura o el reconocimiento facial.
Glaucoma
El aumento de la presión del humor acuoso lesiona el nervio de forma progresiva, lo que puede provocar la pérdida parcial o total de la visión. Los pacientes diabéticos son más propensos a padecerlo ante picos incontrolados de glucosa en sangre, y también son 40% más propensos a tener glaucoma que una persona sin diabetes. El riesgo aumenta con la edad y es más frecuente cuanto más tiempo se ha padecido la diabetes.
Cataratas
Las cataratas no están asociadas de forma directa a la diabetes, pero se ha constatado que es un 60% más común entre personas con diabetes. Por otro lado, tienden a avanzar más rápido que en pacientes sin diabetes y con menor edad. El síntoma principal es la pérdida de agudeza visual, al que hay que añadir el aumento de dioptrías, la visión borrosa o doble, la disminución de la visión por la noche o en condiciones de poca luz, la sensibilidad a la luz y la dificultad para ver los colores.
Teniendo en cuenta que las personas diabéticas son más propensas a sufrir estas enfermedades, la prevención y las revisiones periódicas son vitales. Sobre todo porque existe un elevado número de pacientes diabéticos que no están diagnosticados como tales.
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