Un desorden urbanístico y social que transgrede los derechos humanos de la ciudadanía, son los múltiples fraccionamientos que se siguen construyendo en Kanasín. Inicia con el despojo de tierras ejidales y continúa con violaciones a las leyes de ecología, incumpliendo las leyes, reglamentos y normas de desarrollo urbano, construcción y vivienda del estado y de la nación, ya que carecen de escuelas, parques, áreas verdes y, en la mayoría de las ocasiones, hasta de servicios básicos como el agua potable. No obstante los inflados costos de las viviendas en Kanasín, estas presentan defectos de construcción que atentan contra su patrimonio aseguran.
Un fenómeno que se vive actualmente, derivado de todas estas violaciones al marco legal, según dicen, propiciado por las autoridades municipales son las invasiones a las viviendas en cada fraccionamiento existente en la ciudad. Si bien muchas personas lo hacen con el fin de satisfacer la necesidad de un techo para sus hijos ante la carencia de recursos monetarios, otros usan el disfraz de la necesidad de vivienda para invadir los predios y usarlos como narcotienditas y picaderos, convirtiendo zonas de la ciudad en lugares idóneos para la delincuencia.
Ante un gobierno municipal, que simula ser autoridad mientras propicia todos estos males a la ciudadanía pasando por encima del artículo cuarto Constitucional que dice; Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo. Así mismo, el artículo 25 apartado primero, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, al igual que el artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Fuente: Tu Espacio del Sureste