No sólo cobró 30 millones de pesos por obras que nunca terminó; ahora, la empresa Fongo demandó a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) para exigirle ¡9 millones de pesos más!
La constructora había sido contratada para ocho obras distintas, de las cuales cinco nunca se hicieron, por lo que el Gobierno central inició una investigación.
El monto total del contrato era por 33 millones 23 mil pesos, de los cuales se pagó poco más del 90 por ciento.
El despacho legal de la casa de estudios confirmó que Fongo inició un proceso legal para reclamar 9 millones de pesos, asegurando que concluyó el encargo y que realizó otras trabajos extra, como reparaciones eléctricas.
Su petición se basa en recepciones parciales que firmó Víctor Salazar, quien era residente de obra por parte de la UACM y quien ya no trabaja ahí.
A pesar de que las obras debían haberse finalizado en diciembre de 2016, sólo se terminaron dos edificios: una biblioteca y un comedor. Otro, que era un auditorio, lo dejaron en obra negra.
Faltó un segundo piso para investigación, un laboratorio de genómicas, un área deportiva, un elevador; las remodelaciones de los baños y de tres fachadas principales.
Con las obras realizadas, sólo están justificados 10 millones 79 mil pesos, de acuerdo con la estimación de gasto original.
De perder la querella, la Universidad habrá desembolsado casi 40 millones de pesos por obras que, en su mayoría, ni siquiera se iniciaron.
