Aunque su nombre te suene extraño, te comentamos que la dispareunia se define como el coito doloroso, aunque en realidad las molestias pueden aparecer indistintamente antes, durante o después de las relaciones íntimas.
Es conveniente saber que el dolor puntual no reviste mayor importancia, pues la mayor parte de las mujeres lo han sufrido en algún momento de sus vidas. De lo que vamos a hablar es del trastorno crónico que requiere un diagnóstico y tratamiento especializados. En la mayoría de ocasiones, la dispareunia se podrá revertir, actuando sobre la causa que lo origina o aplicando una serie de medidas para aliviar las molestias que impiden que las relaciones sexuales sean una experiencia 100% placentera.
Las causas que originan dolor durante las relaciones
- Escasa lubricación
Una lubricación insuficiente, bien sea derivada de la ausencia de juegos eróticos previos, de la disminución de estrógenos después de la menopausia –vaginitis o colpitis senil-, el parto o la lactancia o del consumo de ciertos medicamentos -por ejemplo, aquellos indicados para reducir la presión arterial, los antidepresivos, sedantes, antihistamínicos o algunos tipos de píldoras anticonceptivas-, puede favorecer el desarrollo de molestias de diferente intensidad.
- Irritaciones provocadas por métodos anticonceptivos de barrera
Dichos anticonceptivos de barrera son, por ejemplo, los preservativos, el diafragma, los dispositivos intrauterinos –DIU– o los espermicidas.
- Vaginismo
El vaginismo se caracteriza por la contracción involuntaria de los músculos que rodean la vagina. A su vez, el origen de esta disfunción sexual puede ser psicológico o deberse a la falta información o comunicación con la pareja. Puede traducirse en temor o experiencias traumáticas, por este motivo debe diagnosticarse y tratarse lo antes posible.
- Después del parto…
Además de la disminución de la lubricación después del parto o durante la lactancia, las mujeres también pueden experimentar dolores si han dado a luz mediante partos instrumentales -es decir, a través de dispositivos de extracción como la ventosa o el fórceps-, si se les ha practicado episiotomía o ha habido desgarros vaginales.
Las episotomías son incisiones en el periné realizadas durante el parto para evitar el desgarro de los tejidos de la zona.
- Endometriosis y enfermedad inflamatoria pélvica
Estos dos cuadros pueden conducir a la inflamación crónica de la vagina, del útero, de las trompas o de los ovarios. Esta inflamación origina los dolores coitales o poscoitales.
- Prolapso uterino
El descenso del útero, de la vagina o del recto puede tener diferentes orígenes y puede conducir a dispareunia, incontinencia de orina, aparición de bultos en los genitales externos, dolores pélvicos o molestias al caminar.
- Retroversión uterina
Cuando el útero se encuentra en retroversión, es decir, orientado hacia la columna vertebral en lugar de hacia el abdomen, puede ocasionar molestias durante las relaciones íntimas en las que la penetración es más profunda. No obstante, existen posturas que permitirán disfrutar de relaciones plenamente satisfactorias.
- Tumores genitales benignos
Los dolores provocados por la presencia de miomas uterinos o quistes ováricos dependen del tamaño de los mismos, pues si no son muy grandes no tienen por qué producir dispareunia.
- Infecciones urinarias o vaginales
Tanto las infecciones urinarias como las vaginales provocan dolores durante las relaciones sexuales, así que se recomienda tratar la afección y esperar a que haya desaparecido por completo antes de retomar la actividad sexual.
10. Histerectomías
La extracción del útero o histerectomía, si es completa, puede conllevar una serie de consecuencias que afectarán a las relaciones sexuales, ya que pueden originar molestias y dolores, intensificados si la cicatriz realizada durante la intervención quirúrgica se retrae. Por eso, si la patología que ha obligado a quitar el útero es de naturaleza benigna, se aconseja extirpar solo el cuerpo uterino y conservar el cuello, lo que se llama histerectomía subtotal.
¿Cuál es el tratamiento para combatir la dispareunia?
Debido al carácter tan variopinto de los trastornos o patologías que pueden derivar en dispareunia, el asesoramiento médico especialista resultará fundamental, tanto para localizar el origen del problema como para aplicar el tratamiento más conveniente en cada caso.
No obstante, las siguientes recomendaciones os ayudarán a fomentar una vida sexual más satisfactoria y saludable:
- Dejar de lado temores o traumas y afrontar el problema con una actitud abierta y de comunicación activa con la pareja.
- Dar mayor importancia a los preliminares, los llamados juegos sexuales previos.
- Probar diferentes posturas.
- Emplear lubricantes.
- Realizar ejercicios específicos para aprender a controlar el movimiento de los músculos vaginales.
- Como ya hemos dicho, acudir al ginecólogo para solicitar asesoramiento y consejo profesional.
Si tienes dudas o requieres mayor información, acércate a los especialistas del portal Ginecólogos en Mérida.