Las pensiones son bomba de tiempo que exige cambios
La situación del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán (Isstey), por la bomba de tiempo que representa el pago de las pensiones, amenaza con alcanzar niveles tan críticos que a partir de 2022 el gobierno del Estado tendrá que entregar a la institución más de $235 millones en aportaciones extraordinarias, según las proyecciones.
Y esa cifra, de acuerdo con la tendencia, aumentará exponencialmente cada año.
La administración pública resulta especialmente afectada por el colapso que amenaza a los sistemas de pensiones.
En el caso específico del Isstey, en 2030 el próximo gobernador tendrá que responsabilizarse del pago de más de dos mil millones de pesos para que el sistema de pensiones no colapse.
El instituto tiene varios activos —entre ellos inmuebles— que, en caso de ser vendidos, le permitirían funcionar unos años más. Sin embargo, expertos en el tema advierten que en ese caso solo se estará retrasando la inminente quiebra si no hay reformas de fondo, no de forma.
Pensiones El Isstey
La administración pública es particularmente afectada por el colapso en las pensiones.
Sin reformas de fondo
Yucatán es una de las tres entidades que no han adaptado sus sistemas de pensiones y sueldos a la nueva realidad. Las otras son Chiapas y Nayarit. Con corte al 31 de mayo de este año, el Isstey tiene 6,777 jubilados.