En un pronunciamiento revelador, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha decidido abstenerse de participar en la conmemoración del aniversario de la Constitución en Querétaro. En cambio, optará por desvelar, el próximo 5 de febrero, desde el Recinto Parlamentario de Palacio Nacional, un conjunto osado de reformas constitucionales destinadas a promover el bienestar, mejorar los salarios, garantizar las pensiones, y reformar tanto el sistema judicial como el electoral.
La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, actuará como representante del mandatario en el evento de Querétaro. Este acto adquiere una relevancia trascendental al buscar modelar el marco jurídico de acuerdo con las exigencias de los tiempos actuales, con el objetivo de alcanzar una auténtica democracia.
López Obrador ha anticipado la presentación de un paquete de reformas constitucionales el próximo 5 de febrero, enfocadas en beneficiar a la población. Estas iniciativas abarcan aspectos como el bienestar, los salarios mínimos, las pensiones de los trabajadores, la reforma del Poder Judicial y la reforma electoral, entre otras.
El anuncio resalta la decisión de llevar a cabo la presentación desde el Recinto Parlamentario de Palacio Nacional, en lugar de participar en la conmemoración en Querétaro. La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, será la encargada de representar al presidente en dicha celebración.
En sus palabras: «No asistiré el 5 de febrero a Querétaro, el día de la Constitución, porque celebraremos aquí, en el recinto donde se aprobó la Constitución de 1857, y presentaré ese día todas las iniciativas de reforma a la Constitución. Es un paquete de iniciativas relacionadas con el bienestar, salarios, pensiones, la reforma al poder judicial, la reforma electoral, la democracia, todo el 5 de febrero».
Asimismo, señaló que a partir de esa fecha, el Congreso tendrá el tiempo necesario para analizar y, en su caso, discutir, aprobar o rechazar dichas reformas. Destacó que estas modificaciones al marco jurídico buscan adecuarse a los «nuevos tiempos» y facilitar el avance del proceso de transformación, con el fin de lograr una democracia genuina en la que el gobierno y las leyes no estén al servicio de una minoría.