El presidente municipal de Kanasín, William Pérez Cabrera; el regidor, Joshio Aaron Franco Batun, y el director de seguridad Mario Humberto Caamal Salas, han evadido parte su responsabilidad, como representantes de la corporación policíaca, respecto a los daños físicos, emocionales y económicos derivados de la tortura que el oficial de la policía municipal Joaquín Sánchez Tur, alias “Comandante Buum” o “La Berraca”, ejerció junto con otros oficiales en contra de Jesús David Canul.
Comentó David Canul, el afectado, que el día martes 22 de enero del presente año acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, CODHEY, para poner una queja por las torturas físicas y emocionales causadas por policías municipales de Kanasín, por lo que la institución esta llevando la investigación pertinente para deslindar responsabilidades ante el grave hecho para, posteriormente, girar una la recomendación a los responsables de la seguridad municipal de Kanasín.
En una publicación anterior, el afectado señaló, en entrevista, que el día domingo 20 de enero transitaba por la colonia Flor de Mayo, rumbo a San Camilo, a casa de sus padres, en la moto Itálica FT 125- TS con placas de circulación TSD4T de color azul propiedad de Óscar Guadalupe Can Pech. Estando a la altura de la carretera a Tixkokob fue alcanzado por una camioneta anti motines de la policía municipal de Kanasín, de donde bajaron dos agentes que le pidieron sus documentos, enseguida comenzaron a acusarlo de haber cometido el robo de dos tanques de gas butano, lo que Canul negó haber hecho.
No obstante de no existir flagrancia ni pruebas en el delito, del que los agentes lo acusaban, fue detenido para ser llevado con las presuntas víctimas del robo, para decirles que ya tenían al responsable que fueran a poner su denuncia. Momentos después fue llevado a la comandancia de la policía, donde lo metieron al baño. Estando esposado fue sujetado por dos oficiales mientras un tercero le preguntaba “¿Dónde pusiste el robo?” Acto seguido, a una bolsa de polietileno de las conocidas como bolsas de camiseta, fue llenada con agua y metieron su cabeza en ella, amarrándola a su cuello, provocando que el líquido lo ahogara impidiendo la adecuada oxigenación del cerebro y la sangre. Dicha acción la repitieron en tres ocasiones, provocando hemorragias internas en los ojos, y externas en boca, nariz y oídos.
Asegura el afectado, que no obstante de haber puesto la denuncia GN-196-2019 en la agencia 23 de la Fiscalía General del Estado de Yucatán, teme que en dicho lugar extravíen su denuncia para beneficiar al policía Joaquín Sánchez Tur y demás responsables de la agresión para no llevarlos ante un juez en un proceso penal, pues asegura el personal de la agencia 23 tiene mala fama y la tendencia de actuar en beneficio de servidores públicos municipales en otros casos de delitos y agresiones contra de la ciudadanía.
Fuente: Tu Espacio del Sureste