La Iglesia Católica prohibirá que los bautizos, comuniones y matrimonios se realicen en domicilios particulares, es decir misas privadas, ya que estos sacramentos pierden su verdadero significado aseguró el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega.
A través de un nuevo decreto para llevar a cabo la celebración de los sacramentos en la Iglesia, la Arquidiócesis de Yucatán anunció estas modificaciones, entre las que destaca la prohibición de que los sacerdotes celebren misas de bodas, primera comunión y bautizos fuera de los templos.
“Se pierde el verdadero sentido de los sacramentos y hay el riesgo de quedarse en lo superficial o en lo social, se olvidan de la grandeza y del contenido del sacramento mismo, también del valor de la comunidad eclesial, y queremos evitar hacer menos al templo”, explicó Monseñor.
Cabe señalar que el proceso para la realización de los sacramentos se reafirmó aunque serán más estrictos con los requisitos previos a estas celebraciones, como las pláticas de preparación, la elección de padrinos y la tramitación de documentos, sin embargo, sólo se permitirá que el acto se haga en iglesias y oratorios de culto público.
Es necesario aplicar estas disposiciones para todo el pueblo cristiano de Yucatán, porque desgraciadamente la banalización y secularización de todo lo que se refiere a lo sagrado tergiversa el verdadero objetivo de la iglesia, abundó el Arzobispo.
El decreto entrará en vigor el día 27 de noviembre del presente año, fecha a partir de la cual si un sacerdote o administración de alguna parroquia incumple estas normas será sancionado.