Esperanza de las banqueteras en próximas bodas
A tres semanas de habérseles permitido reanudar actividades bajo ciertas restricciones y aforos, la recuperación de las banqueteras está aún muy lejos, pues la naturaleza de su giro demanda un periodo de preparación que podría comenzar a arrojar buenos frutos a partir de octubre con algunas bodas de destino, señaló Adolfo Maldonado, empresario banquetero de la localidad.
El mercado de bodas de destino, el principal de esta industria que se caracteriza por su alto poder adquisitivo y en el cual los invitados provienen de otras partes del país e incluso del extranjero, podría marcar una recuperación para los banqueteros pero esto será a partir de octubre próximo.
Preocupación
Ahora la mayor preocupación de los banqueteros es que las condiciones de la pandemia no trastoquen la recuperación de este mercado, por lo que el llamado a la prevención y extremar medidas sanitarias es una constante de los empresarios.
Entrevistado vía telefónica, Adolfo Maldonado explicó que en tres semanas ha organizado dos bodas y unos XV años, eventos que se llevaron al cabo con aforos de 150 invitados buscando no sobrepasar el límite de 200 invitados.
“Fueron dos bodas que se organizaron bajo todas las medidas protocolarias, igual los XV años se dio la oportunidad y se organizó de una vez, son eventos buenos que generan entradas y dan empleo a los trabajadores del ramo, muchos de los cuales se han disgregado para trabajar en otras cosas, ahora estamos en el proceso de volver a contactarlos para brindar servicios”, comentó.
Buenos, pero…
El entrevistado explicó que eventos de 150 invitados son buenos pero no representan una recuperación franca, para ello dependerán de un cierre de año con bodas de destino que son más redituables para las banqueteras.
Por otro lado el entrevistado señaló que en estas tres semanas de reapertura prácticamente no ofrecieron servicios a las campañas de los partidos políticos, al parecer estos decidieron prescindir de su labor, por lo que prácticamente estuvieron trabajando solamente con los pocos eventos sociales que fueron contratados.— Emanuel Rincón Becerra