Aunque toda la población es susceptible de infectarse y enfermar por Covid-19, las autoridades deben procurar la protección de poblaciones en condición especial de vulnerabilidad como las trabajadoras domésticas, los repartidores de comida y la población damnificada por sismos, urgió la organización Nosotrxs.
Ante la inacción del Gobierno federal con este tipo de población, incluidos los microempresarios, Gobiernos locales como el de la CDMX podrán usar sus recursos para ello, aunque son limitados, consideró Mauricio Merino, dirigente de dicha organización y titular del Consejo Consultivo de la Reconstrucción.
«Creemos que las circunstancias cada vez más obligan a focalizar e identificar necesidades completas, específicas de las personas más vulnerables de la sociedad, por lo menos tres grupos claros: las personas que se han quedado sin ingresos, los que viven de acercar servicios a las casas y claramente los damnificados», indicó Merino.
Estos grupos tienen varias necesidades, señaló el activista, como en el caso de los repartidores de alimentos o los empacadores, que aún cuentan con ingresos pero están expuestos a contagio sin contar con seguridad social en caso de enfermedad, como también es el caso de las trabajadoras domésticas.
Según el académico, en algunas entidades se han tomado decisiones acertadas como el cierre de centros comerciales o la continuación de las obras de reconstrucción, como pasa en la Capital, aunque resolver la falta de liquidez de microempresarios y trabajadores no asalariados sólo puede conseguirse a través de un esfuerzo nacional.
«Los Gobiernos locales pueden ayudar mucho y convocar, pueden facilitar y no cobrar servicios públicos de forma inminente, pueden reorientar su gasto público para que en lugar de hacer obras pudieran subsidiar la alimentación cotidiana de todas estas personas sin ingreso, pero admitamos que hay un profundo centralismo.
«Ha sido el Gobierno federal el que se ha convertido en un dolor de cabeza», criticó.
