Hace unos meses atrás, durante las campañas políticas, el delegado sindical Adolfo Pech “Malavida” pactaba desvergonzadamente con Freddy Ruz, sin empacho alguno, y negociaba con los votos de sus agremiados y sus familias.
Los trabajadores afectados afirman que el problema no es económico sino político; Freddy quiere imponer a Sergio Rene Segovia Carvajal cómo próximo delegado cetemista y/o quiere, de plano, deshacerse del sindicato cetemista para que Mardoqueo Uicab maneje todo a través de la CROC.
Por: Marijose Canul
Bien dicen que detrás de cada refrán popular se esconde un mar de sabiduría. Hoy, los trabajadores sindicalizados al servicio del ayuntamiento de Umán ya están comprendiendo perfectamente bien lo que quiere decir “El que siembra vientos, cosecha tempestades” y “Si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.
Hace unos meses atrás, durante las campañas políticas, el delegado Adolfo Pech “Malavida” pactaba desvergonzadamente con Freddy Ruz. “Malavida”, sin empacho alguno, negociaba con Ruz Guzmán los votos de sus agremiados y sus familias. Sembraron vientos y hoy son víctimas de sus propios actos de corrupción
Hoy, esos mismos trabajadores, cuyo voto fue vendido a favor de Freddy están siendo despedidos sin justificación alguna y sus delegados no tienen la capacidad de defenderlos, cómo es su obligación. Cosechan tempestades.
Que los delegados hayan sido engañados, como viles chinos, y chamaqueados por Ruz Guzmán no es noticia. Freddy Ruz ha quebrantado tantos acuerdos y ha cometido tantas traiciones que una más ya ni se nota. El que no lo conozca, que lo compre. Sin embargo, hay que aclarar una cosa, y hay que aclararla bien; no todos los trabajadores sindicalizados que hoy están siendo despedidos votaron por Freddy. Pero, además, aun los que sí votaron por él, nos guste o no, tienen derechos y sus delegados tienen la obligación de hacer valer esos derechos. Recordemos que son trabajadores sindicalizados, por tanto, sus derechos laborales están salvaguardados mediante un contrato colectivo pactado entre la parte patronal, el ayuntamiento, y el sindicato. Los despidos que están efectuando los directores de servicios públicos e imagen municipal del ayuntamiento umanense son, a todas luces, ilegales.
Han llegado a nuestro poder, dos imágenes de las “notificaciones de rescisión laboral” que los trabajadores despedidos han estado recibiendo de manos del director de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del ayuntamiento de Umán. Las dos ostentan la firma del director, Carlos de Jesús Sánchez Rodríguez, y de dos supuestos testigos, que no queda que cosa es lo que atestiguan porque esas notificaciones no tienen ningún valor legal, en materia de derecho laboral, ya que sólo se trata de una simple notificación y no de la firma de un finiquito ya que no se exhibe la cantidad total que cada trabajador está recibiendo por concepto de compensaciones, pago proporcional de vacaciones, aguinaldo, etc. Pero, además, no aparece por ningún lado la firma del delegado sindical en ese documento, ni tampoco hace referencia a algún acuerdo sobre recorte de personal firmado entre la parte patronal y el sindicato. O sea, Freddy Ruz se está pasando por los huevos los contratos colectivos firmados con los sindicatos y, sólo porque se le hinchan y así le conviene a él, decide despedir a los trabajadores sin haber dialogado antes con los delegados que los representan. Que, también hay que ser sinceros, si a los delegados hoy Freddy los ningunea y los trata como cosas desechables bien ganado se lo tienen, por andar de ofrecidos “bistequeando” los votos de sus agremiados. Lo que deben hacer ahora, en lugar de chechonear, es fajarse los pantalones y defender a su gente.
Ahora bien, ¿son justificados los despidos? Bueno, eso tendría que decidirlo una comisión mixta -ayuntamiento/sindicato-, lo cuestionable es ¿por qué se despide a trabajadores de áreas tan importantes para la ciudadanía? Obras públicas y limpieza y mantenimiento de parque y jardines son dos de las necesidades que encabezan las prioridades del servicio público municipal. La tercera es salud. La información que nos ha llegado es que a la gente no se les está despidiendo por falta de presupuesto, de hecho, hay direcciones, como la de panteones, que casi duplicaron su nomina al grado que María Minerva Rodríguez Puc tiene una asistente que le hace su trabajo para que ella pueda faltar.
Es más, a partir de este 2019 los ayuntamientos yucatecos recibirán más participaciones por parte del gobierno del estado. Los trabajadores afectados afirman que el problema no es económico sino político. Y en ese sentido, según ellos, hay dos vertientes: la primera de ellas es que Freddy quiere imponer a Sergio Rene Segovia Carvajal cómo próximo delegado cetemista del gremio de los trabajadores de obras públicas del ayuntamiento de Umán.
Por eso están despidiendo a la gente que apoya al candidato que no es del agrado de Ruz Guzmán, para debilitarlo. La otra es que Freddy quiere, de plano, deshacerse del sindicato cetemista para que Mardoqueo Uicab maneje todo a través de la CROC. Por otro lado, hay quienes sostienes que el despido de los trabajadores encargados de la limpieza de los espacios públicos en Umán se debe a la entrada de Pamplona, ya que Freddy sólo negoció lo que a él le convino y no se preocupó por proteger a los trabajadores umanenses, cuyos puestos son ahora ocupados por personal de Pamplona.
El asunto es que, hasta ahora, los delegados de los trabajadores afectados no han sido recibidos por Ruz Guzmán y, afirman los empleados “despedidos”, sólo les han ofrecido explicaciones a medias Alvar Concha; el tesorero Pablo Martínez; Carlos Sánchez, director de Obras Públicas y Sonia Martínez, directora de SAPAMUY. Ni José Manuel Ruiz, secretario del ayuntamiento, ni Daniel Álvarez, director de gobernación, han querido recibirlos para solucionar el problema, por lo que ahora el asunto está en manos de sus dirigentes sindicales y de la propia CTM. Los que también fajarse los pantalones son los regidores de oposición, no deben permitir, bajo ninguna circunstancia que Freddy Ruz violente los contratos colectivos firmados por el ayuntamiento.
Y le compete al cabildo, porque la máxima autoridad en el municipio es el cabildo y, por tanto, los regidores son los responsables directos, lo quieran o no, de esos despidos injustificados. También deben de llamar al alcalde a presentar cuentas claras sobre el “convenio” hecho con Pamplona… y Freddy Ruz está obligado a presentar esas cuentas e informar que fue lo que pactó. Ya los umanenses debemos tomar conciencia. Es urgente terminar con toda esta escalada de corrupción, manejos y pactos en lo obscuro que sólo parecen favorecer al presidente municipal en turno. Lo digo una vez más… estamos pagando caro el precio de haber vendido nuestro voto.
Fuente: Tu Espacio del Sureste