La adopción de protocolos del regreso a clases sería de manera consensuada entre la Secretaría de Educación Pública estatal y la comunidad educativa en general, que incluye a los padres de familia, informó la Asociación Mexicana de Escuelas Particulares en Yucatán.
Respecto a los protocolos de salud que se aplicarían, Elías Dájer Fadel, presidente de la agrupación, dijo que la Segey es la que dicta las medidas a seguir, pero como asociación han planteado desde noviembre una propuesta, que se ha ido alimentado a lo largo de estos meses, y saben que la secretaría también ha sostenido encuentros con padres de familia para conocer sus opiniones, pues no es sólo establecer un protocolo, sino que se debe saber qué es lo que los padres pueden cumplir de lo que se está proponiendo.
“Y es que la responsabilidad no es nada más de la escuela, sino de los padres de familia”.
“El plan es que haya filtros desde la casa, es decir, si los papás detectan que el niño tiene fiebre no deben llevarlo a la escuela, sino al médico. De igual manera se debe definir qué hacer si en la familia hay un enfermo de Covid, o alguien que los visita de manera regular tiene el padecimiento”.
Por su parte, maestras de primaria consideraron que un regreso a clases, con grupos divididos no sería factible para escuelas con grupos numerosos, sino para colegios con menor número de estudiantes.
En busca de consenso: se discute plan para el retorno seguro a clases
La Asociación Mexicana de Escuelas Particulares en Yucatán mantiene estrecha comunicación con la Secretaría de Educación Pública estatal (Segey) en el abordaje del tema del retorno a las aulas en agosto, por lo que la adopción de protocolos del regreso a clases sería de manera consensuada entre éstos y la comunidad educativa en general, que considera a los padres de familia.
Así lo señala Elías Dájer Fadel, presidente de la citada asociación, quien recuerda que desde octubre de 2020 plantearon ante la Segey una serie de medidas necesarias para el retorno a las aulas, tal como se lo manifestaron a la secretaria del ramo, Loreto Villanueva Trujillo, en las reuniones que sostuvieron en noviembre pasado.
También destaca diversos protocolos que no solo tienen que ver con la sana distancia, los cuidados y la protección personal al interior de las escuelas, sino con el transporte público, con cuestiones administrativas que hay que actualizar, lo que tomaría mucho tiempo, y con el mantenimiento que es necesario realizar en los planteles escolares tomando en cuenta que han permanecidos cerrados por más de un año.
Una de las primeras cosas que solicitaron para reabrir los espacios educativos fue la vacunación a profesores y personal administrativo antes de iniciar las clases, lo que como se sabe se hará en el presente mes de mayo.
Pero hay otras cuestiones que les preocupan, como las condiciones de los planteles escolares, pues llevan más de un año cerrados y han enfrentado cinco fenómenos meteorológicos.
Dájer Fadel indica que las escuelas privadas han empezado a trabajar en este sentido, llevando el recuento de lo que necesita hacerse y el tiempo que se requiere para hacer los trabajos.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la duración de esos trabajos puede variar de acuerdo con el tipo de estructura de cada edificio y el tamaño de la escuela, y no solo están pensando en las escuelas privadas, sino en las públicas porque “somos un mismo sistema”.
Según resalta, el tema administrativo es otra de las cuestiones que preocupan, pues “no son negocios, son emprendimientos de la sociedad que no son con fines de lucro ni tienen personal para trámites complejos”.
Se necesita flexibilidad por parte de las autoridades para que puedan abocarse a lo que más importa: la seguridad de los alumnos al regresar a las escuelas, que implica preparar material académico, el regreso a clases y recibir a alumnos, permitirles que expresen sentimientos y opiniones de lo sucedido en la pandemia, y asegurar que toda la infraestructura esté en óptimo estado, afirma.
El dirigente manifiesta que el gobierno solicita una serie de documentos y prerequisitos para hacer todo tipo de trámites, y al ser muchas personas las involucradas en una escuela, esto implica procesos bastante complejos, que involucran incluso a otros entes públicos, como el servicio de recoja de basura.
Dájer Fadel recuerda que por decreto federal y estatal se suspendieron las clases desde marzo de 2020, pero las empresas recogedoras pretenden cobrar las mismas cuotas por el servicio a pesar de que no se generaron las cantidades de basura como cuando las escuelas están funcionando, y contar con este servicio es uno de los prerequisitos para la licencia de funcionamiento que se vence ahora con el cambio de gobierno.
El entrevistado indica que ese es tan solo uno de los muchos trámites que tienen que realizar y ante los que piden la flexibilidad de las autoridades (estatales y municipales), con quienes ya están en pláticas, para que usen el criterio dada la situación y puedan concentrarse en lo verdaderamente importante.
Respecto a los protocolos de salud que se aplicarán, precisa que la Segey es la que dicta las medidas, pero como asociación han planteado desde noviembre una propuesta que se ha alimentado a lo largo de estos meses y en los últimos días.
A su decir, saben que la Segey también ha sostenido encuentros con padres de familia para conocer sus opiniones, pues no es solo establecer un protocolo, sino que se debe conocer qué es lo que los padres pueden cumplir de lo que se está proponiendo. La responsabilidad no es nada más de la escuela, sino de los padres de familia.
El plan es que haya filtros desde la casa; es decir, si los papás detectan que el niño tiene fiebre no deben llevarlo a la escuela, sino al médico.
De igual manera, se debe definir qué hacer si en la familia hay un enfermo de Covid, o alguien que los visita de manera regular tiene el padecimiento.
El trayecto de la casa a la escuela y viceversa, apunta, debe tomarse en cuenta porque es un tiempo de exposición y riesgo, sobre todo para los que utilizan el transporte público.
Por ello, opina, se debe buscar la reducción de la espera en los paraderos, y acercar los mismos, pues el tiempo de caminata entre un paradero implica cruzarse con más personas y aumenta el riesgo de una posible exposición al virus.
Después, afirma, se ha visto que mantener separados los paraderos no reduce el contagio.
En ese sentido, recalca que al retornar a las aulas medio millón de alumnos se requerirá que vuelvan a las calles las unidades de transporte público que se retiraron al iniciar la pandemia, pues la demanda será creciente, más aún si se toma en cuenta que los alumnos de nivel básico siempre viajan acompañados de un adulto.
De un vistazo
Idea
Edén Ancona Sánchez, profesora de la primaria “Delio Moreno Cantón”, comentó que hasta ahora lo que saben, pero no de manera oficial, es que en el regreso a clases presenciales se dividirá a los grupos para que no todos vayan al mismo tiempo y así evitar algún contagio.
Divisiones
“Unos van a ir lunes y miércoles y otros alumnos van martes y jueves y los viernes irían alumnos que están más rezagados”, apuntó.