CANCÚN, Q. Roo.- Una colisión se registró ayer alrededor de las 20:55 horas, cuando un vehículo le trató de ganar el paso a otros dos en un retorno, dejando como saldo una menor fallecida y varios lesionados en el cruce de la avenida Kabah con calle Ixcun, en la Supermanzana 39, donde los tres vehículos involucrados quedaron casi inservibles, lo que provocó que se cerrara la circulación por un par de horas.
Mario N, de 57 años, conducía su Honda Fit, gris, matrícula UUV-898-C, sobre la avenida Kabah, con rumbo a la López Portillo, pero al llegar al retorno de la calle Ixcun, a la altura de la Supermanzana 39, trató de ganarle el paso a los vehículos que venían en sentido opuesto sobre esa arteria y se dirigían a la Andrés Quintana Roo, lo que provocó que golpeara al Audi A3, negro, placas L27-AHM, al mando de Sergio N, de 26 años, quien se subió a la banqueta y chocó contra una malla ciclónica.
Pero la desgracia creció cuando el Fit continuó su trayectoria e impactó brutalmente el costado derecho de un Seat Ibiza, azul, placas UUU-552-C, que casi arrolla un puesto ambulante de tacos, cuyos comensales al ver que la nave se les venía encima dejaron sus alimentos y corrieron para ponerse a salvo
Por el impacto, una adolescente que viajaba en el asiento del copiloto del Fit, resultó prensada y con graves lesiones, al igual que el conductor del Ibiza.
Al lugar arribaron elementos de Seguridad Pública, quienes acordonaron el área, para darle espacio a las unidades de emergencia y se encargaran de rescatar a los lesionados y trasladarlos a diferentes hospitales para su atención médica.
Desafortunadamente la menor de edad falleció al llegar al IMSS de la avenida Cobá, sitio en el que sus padres también fueron ingresados; los conductores de los otros vehículos involucrados fueron trasladados a las oficinas de Tránsito, para el deslinde de responsabilidades y los vehículos al corralón.
Cabe mencionar que como siempre, la falta de cultura e ignorancia de los elementos policíacos se manifestó de nuevo al entorpecer el trabajo de la prensa con agresiones verbales y codazos, así como con la amenaza de detenerlos, todo por reclamar cuando los uniformados tapaban con las manos los lentes de las cámaras o linternazos directo a los rostros de los reporteros.