Oriundos de Medellín, Colombia, Miguel y María tuvieron problemas de adicción a las drogas y acabaron en la ruina.
El matrimonio se las ha arreglado para hacer de tal entorno un hogar completo junto a su fiel amigo perruno.
Cuentan con cama, cocina y hasta televisión dentro de la alcantarilla .
Tienen además una zona verde externa, donde tienen un pequeño huerto. Ellos aseguran que hace tiempo les ofrecieron vivir en otro sitio, pero prefirieron quedarse aquí, apartados de la vida en sociedad.