Petróleos Mexicanos (Pemex) aún es una empresa altamente rentable para el gobierno federal y prevalece como el principal contribuyente al erario, dado que entre 2019 y 2020 pagó al gobierno un billón 473 mil 402 millones de pesos, el equivalente a poco más de 2 mil millones de pesos diarios.
De acuerdo con la empresa productiva del Estado, tan sólo el año pasado entregó al gobierno recursos por 598 mil 323 millones de pesos por el concepto de contribuciones directas e indirectas. Los pagos ya consideran el beneficio fiscal otorgado a la empresa en el pago del derecho por la utilidad compartida (DUC).
Pemex precisó que a lo largo de 2020 recibió 46 mil 256 millones de pesos del presupuesto federal como recursos para inversión pública. Así, por cada peso que el gobierno federal invirtió en la petrolera recibió 12.9.
Pemex calificó el logro de evento relevante dada la crisis que “vivió la empresa el año pasado por los efectos de Covid-19 que provocó la caída de los precios internacionales del petróleo y de productos petrolíferos, así como por la fuerte disminución de las ventas internas de combustibles en el país”.
Reducir carga fiscal, un apoyo insuficiente
Reducir la carga fiscal de Pemex es una medida que da aire a la empresa en el corto plazo pero es insuficiente, afirmaron expertos del sector financiero consultados por La Jornada.
Si bien la medida va enfocada a que la empresa productiva del Estado tenga recursos para producir más petróleo y obtenga mayores ganancias, consideraron que por el momento sólo alcanzará para liquidar los pasivos de este año y renegociar la deuda de 2022, por lo que es necesario reabrir los contratos al sector privado.
“La reducción de 58 a 54 por ciento en el Derecho de DUC baja un poco la carga fiscal de Pemex pero no la suficiente. Es un remedio a muy corto plazo, pero a futuro no lo es, pues no ayudará a disminuir la deuda, sólo podrá aportar a pagar los intereses, y deberá negociar con sus acreedores los préstamos que está por vencer este año y parte del 2022”, indicó Ramsés Pech, especialista del sector energético.
“Toda medida para Pemex es bienvenida porque va enfocada a resolver una situación, pero para resolver el problema estructural de Pemex tendría que venir acompañada de otras decisiones, si no se invierte a costa del erario, entonces es un aire para la empresa, mas no es suficiente”, comenta Arturo Carranza, analista del sector.
El viernes, el gobierno anunció por medio del Diario Oficial de la Federación un apoyo fiscal a Pemex por 73 mil 280 millones de pesos, con el fin de incrementar la producción de petróleo. El apoyo, expresó la administración, será recibido por la reducción en el derecho de utilidad compartida, uno de los impuestos que la empresa entrega al fisco.
Actualmente, la tasa de DUC es de 54 por ciento, menor a la aplicada en 2020, de 58 por ciento. Alrededor de tres cuartas partes de los impuestos que paga Pemex se derivan del derecho por la utilidad compartida.
Según la petrolera, la reducción del DUC de 58 a 54 por ciento significó ahorros de 47 mil millones de pesos en 2020 y para este año la cifra sería de 83 mil millones de pesos.
Informes de Pemex, indican que por refinanciamientos y manejos de pasivos, entre los que se incluyen bonos y líneas de crédito bancarias, ha restructurado 30 mil millones de dólares entre 2019 y 2020.
Como parte de estas acciones, en junio de 2019 firmó un refinanciamiento con 23 bancos nacionales e internacionales por un monto de 8 mil millones de dólares. Este crédito sindicado, según el jefe del ejecutivo, significó “la operación más importante en su tipo en la historia de México”.