Renée Zellweger lo ha vuelto a hacer. La protagonista de Bridget Jones, de 47 años, fue vista el lunes en Los Ángeles llevando una bandeja de cafés vestida con ropa deportiva. Pero lo que más sorprendió no fue su atuendo sino sus labios, sobre todo el superior, que parece que es de dos a tres veces más grueso que el inferior; además, según se aprecia en la foto, tanto su rostro como el cuello están libres de arrugas.
En octubre de 2014 la actriz estadounidense saltaba de golpe a infinidad de titulares de medios de comunicación de todo el mundo por su sorprendente cambio de imagen. Hacía tiempo que no se dejaba ver en eventos públicos, y a pesar de estar acostumbrados a sus cambios de imagen por sus distintos papeles, las alarmas saltaban cuando su rostro lucía irreconocible en una alfombra roja de unos premios. Más delgada, con menos arrugas, con los ojos algo menos achinados y sin rastro de su característico rostro más bien redondo. Un cambio que incluso levantó los rumores de que su nuevo aspecto le iba a costar el papel que le dio su mayor fama, el de Bridget Jones.