Que se suba el alcalde a los camiones y que se dé una vueltecita y verá lo que es viajar en estos cachorros y si no como dijo en campaña que sirva para algo, que sea al menos nuestro taxi nos comenta molesta doña Flor.
Familias porteñas comentan la necesidad de que las autoridades de transporte revisen de forma periódica las condiciones físicas de los autobuses, y aplicar en promedio una infracción al detectar que éstos emiten humos contaminantes, cosa que hasta el momento no hacen.
Comentan que aunque el Reglamento de Transporte que se aplica en todo el estado establece una sanción a los propietarios de unidades que contaminan, se aplica “sanciones distintas”.
Se hace de esta forma porque en el primer caso los concesionarios sólo pagaban la multa y las unidades seguían circulando echan humo negro por doquier; a diferencia de que con otra regla la cantidad es mucho mayor y además, se les obliga a reparar la unidad para que deje de contaminar, pero esto no hacen, dicen, lo que supuestamente como autoridades deberían de hacer, es decir, aplicar mano dura.
Según la falla mecánica, los dueños de los autobuses disponen de un día o hasta de diez para hacer las reparaciones necesarias, y mientras esto ocurre las unidades no pueden prestar el servicio, aunque no quedan retenidas ni aseguradas.
Para garantizar que los vehículos no vuelvan a operar hasta que sean reparados, deben hacerse revisiones constantes a cargo de los inspectores de la dependencia.
Fuente: Tu Espacio del Sureste
