El Gobierno federal y la Iniciativa Privada conformaron equipo y en lo que resta del año surtirán, de manera conjunta, medicamentos a hospitales de especialidades, así como a clínicas del IMSS y a hospitales estatales.
Para ello la Secretaría de Hacienda alista una licitación para contratar, durante tres años, el servicio de farmacias privadas en nueve institutos nacionales y hospitales de alta especialidad de la Secretaría de Salud.
En otro concurso, dividido en seis partidas, también se otorgará a la IP el servicio de central de mezclas oncológicas, antimicrobianas y de nutrición parenteral por lo que resta de 2020.
Este segundo contrato incluirá no sólo a los hospitales de la Secretaría de Salud, sino a 113 unidades del IMSS y 46 hospitales estatales que ya fueron cedidos al Insabi.
Lo anterior, según investigaciones de mercado lanzadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Las empresas del sector privado ganadoras deberán suministrar, recibir, almacenar, refrigerar, proveer recetas y los sistemas informáticos y electrónicos para dispensar las dosis necesarias, tal y como ocurre con el contrato del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía que ganaron las empresas Phoenix Farmacéutica e Intercontinental de Medicamentos.
«El prestador del servicio será el responsable de suministrar los bienes en las cantidades necesarias para satisfacer el consumo mensual promedio determinado por la unidad hospitalaria», explicó Hacienda.
«Cuando convenga a los intereses del Estado, el Gobierno federal suministrará los medicamentos. En este caso, la prestación del servicio considerará únicamente lo relacionado con el almacenamiento, administración, preparación, traslado, conservación, distribución, acondicionamiento y dispensación de los bienes a través de la farmacia intrahospitalaria y, en su caso, de la farmacia externa», agregó.
El contrato de farmacias con los que se hará la alianza con la IP abarcará al INNN y a los institutos nacionales de Cancerología y Perinatología, al Hospital General de México, Hospital Juárez, Hospital Infantil de México, los regionales de Alta Especialidad de Tapachula y Mérida, y el de Especialidades Pediátricas de Tuxtla Gutiérrez.
La licitación es un giro del Gobierno federal, porque al inicio de la Administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se criticaba y se negaba a la llamada subrogación de medicinas.
El Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, explicó ayer que lo que se está haciendo en materia de medicinas y farmacias es una ampliación del proceso de uno a tres años.
Detalló que esto conviene al Gobierno, ya que los costos de estos servicios por la subrogación de las farmacias son menores con contratos a mayores plazos.
«Lo que encontramos, es que las empresas que proveen los equipos de dispersión automatizada (de medicinas) tienen una inversión suficientemente grande y que vuelve complicado que se amortice en un año», dijo.