Crisis social de seguridad pública en Kanasín.
En la colonia Polígono San Pedro, al igual que en todo Kanasín, la incapacidad del ayuntamiento, la policía municipal, policía estatal y la fiscalía dejan en estado de indefensión y vulnerabilidad a la ciudadanía.
Relatos de víctimas de la delincuencia, en todos sus niveles, son opuestos a la fantasiosa idea oficialista del Yucatán seguro y superan la ficción de las películas y series televisivas. Los afectados aseguran que el ayuntamiento de William Pérez Cabrera, la Fiscalía y los cuerpos de seguridad pública están dando protección a narcomenudistas fincados en los mercados San Benito y Lucas de Gálvez, de la ciudad de Mérida, y operan con lujo de impunidad en Kanasín, Además, están las bandas delictivas, dedicadas al robo de casa habitación, formadas, según testimonios de sus víctimas, por policías municipales que, a su vez, cobran piso en las narcotiendas y picaderos que proliferan en casas invadidas de los distintos fraccionamientos.
Aseguran los ciudadanos de Kanasín, que han visto camionetas de aspecto extraño y otras identificadas como de la Fiscalía y cuerpos de seguridad pública, tirar personas inconscientes, golpeadas casi masacradas (los famosos levantados), situación que ha despertado el temor de los vecinos. Narran, igualmente, las múltiples ocasiones que han resultado ser víctimas de robos y cómo la inoperancia de la autoridad los ha llevado a hacer las detenciones arriesgado, con ello, su integridad física para, posteriormente, entregar a los delincuentes a la policía, quienes, finalmente, terminan liberándolos quedando en impunidad sus fechorías.
Por el vergonzoso accionar de los responsables en la seguridad pública, los vecinos de Polígono San Pedro y Pablo Moreno se organizan en conjunto para combatir a los delincuentes. Sin embargo, los vecinos hablan de ya no entregarlos a quien se supone es la justicia y mejor lincharlos ellos mismos a manera de escarmiento.
Otros testimonios, en distintas partes de Kanasín, señalan que han identificado personal de la policía Federal y la Procuraduría General de la República, PGR, recabando información, incluso tomado fotografías de lugares y personas específicas relacionadas con la venta de estupefacientes, incluyendo a servidores públicos como policías municipales y ministeriales. De estos hechos, la misma ciudadanía ha tomado un testimonio fotográfico, sin que los especialistas de la policía Federal y PGR, puedan darse cuenta.
Imagínese nada más el burdo chiste que resultan sus operativos los que, por cierto, sirven de muy poco, pues el grado de criminalidad en Kanasín va en aumento y todas las formas de la delincuencia en el municipio tienen un común denominador: los estupefacientes.
Fuente: Tu Espacio del Sureste