La tentación de visitar la playa también la viven los vacacionistas que tienen casas a la orilla del litoral yucateco, pues durante un recorrido en los puertos de Progreso y Chicxulub se observó ayer a muchos bañistas dentro del agua.
No están en áreas donde son visibles y puedan sacarlos rápidamente del agua. Están sumergidos en parajes donde están sus viviendas veraniegas frente a la playa y en zonas donde pueden nadar, jugar o navegar en pequeños veleros en pareja de dos ocupantes, como se vio ayer domingo por la tarde.
La vigilancia policíaca no llega por esos rumbos de la playa. El patrullaje se concentra a lo largo del malecón principal y los linderos del largo muelle fiscal, donde transitan tracto camiones de carga.
En las áreas donde estaban los bañistas, las unidades de vigilancia no llegaron o son parte de la permisibilidad para los ocupantes de la primera fila de residencias veraniegas.
No se vio vigilancia aérea en el tiempo que estuvieron los reporteros del Diario en los puertos, aunque en la explanada de la pista de canotaje estuvo aparcado el helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública. Tampoco se vio patrullaje con lanchas policíacas o de las fuerzas federales marinas.
Se vio cierta tolerancia con quienes se “aventaron” a darse un chapuzón en el mar, de disfrutar el agua marina y de convivir con familia o amigos dentro del mar, un privilegio que muy pocos disfrutan por el cierre de playas en Yucatán.