Andrés Manuel López Obrador frenará el rápido ritmo de la inversión privada en el recién inaugurado sector de petróleo y gas del País si gana las elecciones de julio, afirmó uno de sus asesores clave.
Una Administración liderada por López Obrador, un nacionalista de izquierda, congelaría el proceso de subasta de petróleo al menos hasta que se vean resultados «exitosos» de los primeros bloques de exploración y producción presentados en 2015, dijo la congresista Rocío Nahle, principal asesora energética del candidato, quien la podría nombrar Secretaria de Energía en caso de ganar la elección.
En entrevista en su oficina en la Cámara Baja del Congreso de México, Nahle ofreció pocos detalles sobre cómo se juzgarían los resultados.
Los inversionistas desconfían de una victoria de López Obrador principalmente por su oposición a la reciente revisión energética de México, que puso fin a ocho décadas del monopolio estatal en la industria petrolera. Algunos de sus ayudantes, sin embargo, recientemente han tratado de dar garantías de que los contratos existentes serán respetados.
México ha realizado ocho subastas de petróleo en los últimos tres años, adjudicando 91 contratos de exploración y producción por una inversión esperada de 150 mil millones de dólares durante la vigencia de los contratos.
Pero el ritmo acelerado podría disminuir dramáticamente bajo López Obrador, quien lidera por casi 7.5 puntos porcentuales en cinco encuestas recientes antes de la elección del 1 de julio.
López Obrador ha hecho campaña con la promesa de detener la privatización de activos estatales.
«No habrá nuevas subastas de petróleo hasta que evaluemos los resultados de la primera subasta», dijo Nahle, una ingeniera química de 53 años. Se espera que los primeros barriles de petróleo de los campos subastados se produzcan en algún momento en 2019.
Nahle dijo que los contratos ya otorgados serían revisados pero no cancelados, a menos que se encuentre alguna irregularidad. «Los inversionistas pueden estar tranquilos, respetaremos la ley», dijo.
La congresista también expresó que el partido de López Obrador buscaría cambiar la ley para permitir un referéndum sobre la revisión energética de 2013.
En 2014, el Tribunal Supremo bloqueó un intento de celebrar un referéndum sobre la apertura del sector petrolero, pues dictaminó que la ley mexicana no permite la consulta pública sobre cuestiones que afectan los presupuestos gubernamentales. Incluso con precios más bajos y una caída en la producción en la última década, el petróleo todavía contribuye con alrededor de 17 por ciento de los ingresos del Gobierno federal de México.
Una victoria de López Obrador podría significar más incertidumbre para los inversionistas potenciales y menos inversión petrolera en México, el undécimo mayor productor mundial de crudo.
El Presidente Enrique Peña Nieto convirtió el sector energético en pieza central de una estrategia a largo plazo para revertir la decreciente producción de crudo de México.
López Obrador, por otro lado, se ha centrado en llamados a fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y pasar de un modelo basado en la exportación de petróleo crudo a uno donde el Gobierno desempeñe un papel activo en la producción de gasolina y productos petroleros más caros. Él ha dicho que quiere construir dos refinerías.
«Debemos abandonar esta mentalidad perezosa que dice que no podemos producir aquí», dijo Nahle en su modesta oficina decorada con retratos de López Obrador y de los ex Presidentes Benito Juárez y Lázaro Cárdenas, quien expropió la industria petrolera en 1938.
Nahle dejó la puerta abierta a nuevas subastas de petróleo bajo la Administración de López Obrador si las recientes muestran resultados positivos, pero se mostró escéptica.
«Dudo que haya buenos resultados», dijo Nahle.
Agregó que las empresas a menudo aumentan sus costos operativos para disminuir la participación del Gobierno en las ganancias.
Las ganancias del Gobierno y los volúmenes de producción, añadió, deberían ser «satisfactorios» y la explotación de los recursos petroleros «razonable», sin dar más detalles.