Municipios del interior del Estado sufrieron ayer el embate del ciclón “Grace”, que a pesar que impactó como tormenta tropical, las fuerzas de sus vientos causaron estragos en amplia zona.
En Tizimín, previo al paso del meteoro hubo una tensa calma, aunque posteriormente solo hubo ligeros daños: algunas ramas caídas y encharcamientos y la ciudad permaneció semidesierta durante casi todo el día. Solo tres familias ocuparon los albergues temporales.
En los puertos de la zona Oriente nadie quiso dejar su casa, a pesar de que habían camiones disponibles para el desalojo, y las carreteras no se vieron afectadas como el año pasado. Se registraron muchos vientos y problemas con la energía eléctrica, sobre todo en Río Lagartos y El Cuyo.