La pandemia Covid-19 ha dejado 75 millones de personas sin trabajo en el mundo hasta ahora, el avance de la tecnología desplaza cada vez más a los trabajadores y ahora el mercado laboral mexicano es más complejo, polémico e inequitativo.
Ante este panorama laboral, el experto en microeconomía y profesor del Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública (Iesap), Rafael Torres Acuña, recomienda a los futuros profesionistas que se preparan en las universidades que lleguen al grado más alto del nivel académico de su especialidad, que desarrollen sus capacidades, competencias, aptitudes, habilidades y destrezas porque en estos tiempos los dueños de capitales y de empresas contratarán a quienes ofrezcan mayor calidad en la mano de obra.
Si el nuevo profesional carece de todos esos conocimientos, al empresario simplemente no le interesará extender un contrato con buenos salarios y aquél solo podrá realizar trabajos sencillos o poco calificados, lo que significa menores ingresos y prestaciones, dijo.
El maestro Torres Acuña ofreció ayer una videoconferencia a líderes y directivos de la CROC de todo el país con el tema “México, causas del empleo y desempleo”, en la cual también consideró que la política del emprendimiento para fomentar el autoempleo es una gran mentira en México porque el país tiene una economía muy débil y difícilmente el emprendedor pueda consolidar una empresa, vivir del autoempleo y fomentar puestos laborales.
“En estos tiempos críticos por la pandemia, el desplazamiento de los trabajadores por las máquinas, los robots y la tecnología avanzada, y el número de desempleados disponibles, las personas aceptan cualquier forma de trabajo en el mercado formal, y esta es la lacra a vencer”, señaló. “En este sistema económico en que vivimos está difícil que la gente no acepte cualquier empleo que le ofrezcan, aun sea en condiciones adversas y que tenga un salario real que es menor al nominal que le ofrecieron”.
“El salario real es el ingreso que percibe el trabajador después de todos los descuentos que le aplican y siempre es menor al salario nominal ofrecido, y eso genera desilusión en el trabajador porque no satisface sus necesidades económicas, y sí se esfuerza para alcanzar mayor productividad”.
El especialista dijo que hoy día los empresarios buscan mano de obra calificada o semicalificada, dependiendo de la calidad del trabajo que se requiere y la clave para obtener un buen empleo con buena remuneración económica y prestaciones sociales es tener alto grado académico, porque los conocimientos son fundamentales, lo mismo que tener aptitudes, capacidades, habilidades y destrezas productivas y administrativas.
La Población Económicamente Activa de México era de 125 millones de personas antes de la pandemia del coronavirus y hoy son 126.7 millones, expuso.
De esta última cifra, 95.8 millones de personas mayores de 15 años o más están en condiciones de trabajar, hay 38.5 millones de personas como menores de edad, enfermos, personas de la tercera edad, amas de casa, entre otras clases sociales, que están en sus casas y no participan en actividades económicas del país.
El 96% de la Población Económica Activa está ocupada, ya sea que tiene un trabajo formal, está en la informalidad sin ninguna prestación o se autoemplea, y hay una población desocupada de 3.4% que equivale a 2 millones de desempleados, que se suman a los 38.5 millones de personas que están inactivas económicamente, explicó.
Esto quiere decir que la economía mexicana la sostienen 55.3 millones de personas que trabajan, ya sea en el mercado formal o informal, y de esa cantidad 24.4 millones son trabajadores formales, que son los que oficialmente están trabajando y son los que sostienen la planta productiva del país y la economía.
“La PEA va en aumento históricamente y con ello nos quieren engañar de que los empleos están aumentando”, recalcó. “Sólo hay 24.4 millones que tienen trabajo formal garantizado con un salario y prestaciones, los otros modelos laborales como el autoempleo, la informalidad y el emprendimiento son alternativas que hay en el mercado laboral, pero no son productivos. El emprendimiento es un engaño a los profesionistas que egresan de las escuelas de educación superior. Les venden la idea de que pueden ser emprendedores, crear su propio negocio, vivir de su propio negocio y fomentar empleos. Este engaño es muy común en México y lo hacen para que el profesionista no recurra al mercado laboral después de concluir sus estudios superiores, saben que la economía mexicana es débil y esos proyectos difícilmente prosperarán y serán empresas productivas formales que generen empleos”.
El experto dijo que una esperanza que tienen los trabajadores mexicanos es que con la entrada en vigor del tratado comercial México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) los salarios se igualen al de los obreros estadounidenses y canadienses, pero falta ver la disposición de los grandes capitales y empresariales si lo cumplirán tal como lo establece el tratado trilateral.